Por ello le impuso la pena de ocho años de prisión de ejecución efectiva, que cumplirá bajo el régimen de prisión domiciliaria.
Una vez firme la sentencia, se procederá a la extracción de muestras genéticas del condenado para su inscripción en los registros nacionales y provinciales de delitos contra la integridad sexual.
El hombre fue denunciado por su hijastra, ahora mayor de edad, quien había sufrido abusos por parte de su padrastro entre los 6 y 14 años.