Tras cumplir 80 días de acampe en las puertas de la empresa Mansfield, en Tres Cerritos, los mineros despedidos por la subcontratista EDVSA, se movilizaron este martes hacia la Catedral Basílica, donde su delegado, Ramiro Frías, intentó encadenarse en el atrio.
De inmediato la policía organizó un operativo de seguridad, pero antes que se produja el desalojo se presentó en el lugar el arzobispo de Salta, Monseñor Mario Antonio Cargnello.
En el lugar, Frías le comentó los pormenores de la situación por la que vienen atravesando tras el despido de 250 obreros del proyecto Lindero. Dijo que por la falta de respuestas a sus reclamos decidió coserse la boca e iniciar una huelga de hambre hace 4 días.
También dijo que a pesar de las marchas y el acampe no recibieron soluciones, ni de la subcontratista, de la minera o de la secretaría de trabajo de la provincia, por lo que al pasar el tiempo se resolvió radicalizar la protesta, llevándola a la Catedral.
Conmovido, Frías sostuvo que por la situación que vivien no pudieron cobrar el IFE, ni las ayudas por desempleo; además de haber sido mal liquidados. Dijo que para volver a sus hogares les piden que hagan cuarentena y que por situación económica no pueden afrontarla.
Todos los reclamos fueron escuchados por Cargnello, quien podría pasar a ser mediador para evitar males mayores.
En tanto, los otros obreros reclamaron una solución por parte del propio gobernador, por entender que desde la secretaría de trabajo no hubo avances. Afirmaron que la contratista cometió toda clase de irregularidades que terminaron con el despido de los 250 trabajadores por whatsswapp y en época de pandemia, cuando no estaba permitido.
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