Más allá de la pandemia y sus consecuencias, Salta ingresó este martes en uno de los días más caros al sentimiento de la feligresía católica.
Ya en el primer minuto de la jornada en la Catedral se ofició la tradicional misa del peregrino y luego hubo otra celebración a primera hora, para culminar esta primera parte de la jornada con la solemnidad del Señor del Milagro, en el marco del cierre del Solmene Triduo de Pontificales.
En su homilía, el arzobispo de Salta, Monseñor Mario Antonio Cargnello, sostuvo que a partir de la situación imperante, los fieles "experimentamos como crece el deseo y el amor se hace un vuelo que nos acerca hasta el altar del Señor".
Agregó que cada uno de nosotros trae el dolor y la impotencia de no poder llegar hasta los santos patronos y pidió unidad por la tierra de Salta; por la patria Argentina y apertura del coranzón a toda la humanidad.
"La pandemia es un grito que se dirije al hombre para que la respete", afirmó el arzobispo, quien reconoció el sacrificio de quienes están trabajando en la mitigación de la pandemia desde la salud, la seguridad y otras actividades esenciales, con entrega y con servicio.
"Esta tarde vamos a celebrar el pacto desde esta Catedral y ustedes lo harán desde sus casas"; remarcó.
Renovación del Pacto
La ceremonia central del Milagro proseguirá vía virtual en horas de la tarde.
A las 17:00 tendrá lugar la Renovación del Pacto de Fidelidad, con transmisión por TV y redes sociales y a las 18:30 una procesión virtual, que se transmitirá por redes sociales.