El inicio del año nuevo andino, coincidente con el solsticio de invierno, se celebró nuevamente en Salta en la cumbre del cerro San Bernardo.
Allí, un grupo de cultores de la raíz incaica, reprodujo parte de la gran celebración que año a año se realiza en Qusco, Perú.
En la cosmovisión andina se consideraba que cuando sucedía lo que hoy conocemos como solsticio, el sol volvía a comenzar su ciclo. Era un renacer muy valioso al que se le rendía culto para honrar, entre otras cosas, el buen desempeño de las cosechas.
El día con luz solar más corto del año se celebró también en otros rincones de la provincia.