Para el Colegio de Graduados en Nutrición de Salta la soja no reúne condiciones adecuadas para niños menores de dos años, que deberían abstenerse de consumirla, y no es recomendable para menores de cinco. 

Los jugos y bebidas a base de soja no reemplazan jamás a la leche”.

Por el principio precautorio y hasta que existan estudios a largo plazo que aborden los efectos del consumo de transgénicos y el uso de agroquímicos, como el glifosato, se evite su consumo en la población en general y la infancia en particular.

En este contexto, observando que una parte de la población está en riesgo nutricional, se requiere de los mejores nutrientes para poder disminuir el impacto de las deficiencias. En sucesivas crisis económicas se llevaron adelante programas con similares características que finalmente fracasaron por diversos motivos sociales, económicos, culturales y de gestión.

Por esta razón y en el marco de una Emergencia Alimentaria sumado a los resultados de la segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, en donde se confirma que la cantidad de personas de todas las edades con baja talla es mayor en la población más vulnerable, sumado a la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en toda la población, es necesario descartar el pensamiento mágico y creer que un solo alimento como la soja pueda solucionarla. 

Es necesario pensar, proponer y ejecutar políticas sociales alimentarias integrales intersectoriales, con una perspectiva de derecho, que incluyan variables no solo alimentarias y nutricionales, sino también productivas y de adecuación cultural.