Luego de los duros momentos que vivió el pueblo de Orán por los casos de coronavirus y el aislamiento, la ciudad vuelve a partir de ahora a la etapa de flexibilización marcada por el distanciamiento social y obligatorio.
Por disposición de la intendencia, previa consulta al COE local aumentan las flexibilidades para algunas actividades cumplida la etapa preventiva de dos semanas.
Transporte urbano, actividad comercial, gastronómicos, deporte y cultura, actividades religiosas, salidas recreativas y reuniones sociales y familiares vuelven a realizarse como ya estaban autorizados anteriormente en sus respectivos horarios y siempre cumpliendo los protocolos vigentes para cada actividad.
"Mantengámos al máximo los cuidados y pidamos a Dios que siga acompañándonos para sobrellevar esta situación", sostuvo el intendente, Pablo González, en un mensaje a los vecinos.