Según consta en la causa, esa tarde, los empleados de la necrópolis vieron ingresar a Yáñez discutiendo con la víctima, Rocío Noelia Sarapura. Los testigos indicaron que el imputado hizo entrar a la mujer por la fuerza, empujándola. Según el relato de la damnificada, estando adentro, Yáñez la golpeó en la cara, le arrojó alcohol y le prendió fuego. Esto, luego de que ella le dijera que no quería ser más su pareja.

El día del hecho, Sarapura sufrió quemaduras en el abdomen, piernas y manos. El imputado tuvo quemaduras en las manos. Ambos fueron trasladados al Hospital San Bernardo, donde la damnificada sufrió un paro cardiorrespiratorio del cual sobrevivió gracias a la reanimación (RCP) aplicada por el personal del nosocomio.

El juicio unipersonal está a cargo de la jueza Carolina Sanguedolce. En representación del Ministerio Público interviene el fiscal Ramiro Ramos Ossorio. La defensa de Yáñez está a cargo del defensor oficial Raúl Sángari. Como querellante interviene la defensora para Víctimas de Violencia Familiar y de Género Número 2, Liza Medrano. Está previsto que la audiencia se extienda hasta el 8 de julio.

Hoy se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio y comenzó la recepción de pruebas testimoniales con la declaración de la víctima. El imputado prefirió no declarar por el momento y anticipó que lo hará en el transcurso del debate.


Rocío Noelia Sarapura, quien presenta dificultades para hablar debido a lesiones sufridas en las cuerdas vocales, contó que el día del hecho ella había ido al cementerio para visitar la tumba de su abuelo. Dijo que en esa época tenía problemas de adicción al alcohol y ese día había bebido. No recordó si había acordado encontrarse con Yáñez en ese lugar, pero él estaba allí cuando ella llegó. La hizo entrar a la fuerza y la discusión empeoró cuando le dijo que ya no quería saber nada con él y que quería volver con el padre de su hija.

La mujer refirió que Yáñez le dijo: “Vos no vas a ser de nadie, te voy a cagar matando hija de puta”, le pegó un puñetazo en la boca y ella cayó al suelo. Entonces él sacó una botella de alcohol con tapa roja que tenía en el bolsillo, le arrojó el líquido encima y le prendió fuego con un encendedor.

Sarapura explicó que se arrastró hacia una pileta y comenzó a echarse agua con una caja de vino vacía que había en ese lugar.

La víctima indicó que llevaba saliendo con el acusado alrededor de seis meses. Generalmente se veían en el parque San Martín, donde el imputado trabajaba cuidando autos. Dijo que él la presentaba a los vendedores del parque como “su novia”.

Consultada acerca de si había sufrido hechos previos de violencia, la damnificada afirmó que después de tres meses de relación, Yáñez comenzó a insultarla y que le pegó en dos oportunidades, por celos. Dijo que no denunció esas agresiones porque su familia desconocía su relación con el imputado.

Sarapura también contó que alrededor de un mes antes del hecho, Yáñez la había amenazado con quemarla.

Acerca de su actual estado de salud, la víctima precisó que se encuentra con tratamiento psiquiátrico y neurológico y que no puede dormir. Pasó por tres operaciones de injerto de piel. Expresó que tiene miedo de que el acusado le haga daño a su hija porque hace tiempo la llamó por teléfono para amenazarla. Le dijo que “si hablaba, la iba a matar a ella y a su hija” y le advirtió que dijera que ella “se había quemado sola”.

Consultada por la defensa del imputado acerca de contradicciones en las tres denuncias presentadas en el marco de la causa, Sarapura indicó que la primera vez mintió diciendo que Yáñez no era su pareja y que lo había conocido unas semanas antes del hecho. Explicó que en esa oportunidad faltó a la verdad porque a la denuncia se la tomaron en el hospital, cuando todavía estaba internada, enfrente de su madre y el padre de su hija, que no sabían de su relación con el imputado.